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Opinión: tras la cancelación la Cumbre de Líderes APEC Chile 2019 no se pierde tanto como se cree

Actualizado: 29 feb 2020

Por: Paulo Delgado | Miembro y secretario de ALADAA-Chile | Creador y autor de Japonistas Chile



Desde finales de 2018 y a lo largo de todo el presente año he estado atento al desarrollo de las diversas actividades que se han realizado en torno al “año de APEC” en Chile, ya sea por un interés personal en las relaciones con Asia como también por mi conexión académica con Asia Pacífico, pero de manera más específica con Japón, mediante mi participación en ALADAA Chile como también creador de Japonistas Chile. También, por primera vez, quise participar activamente en APEC participando como prensa bajo el sello editorial de Japonistas Chile, proyecto personal que se ha logrado consolidar y validar como uno de los principales medios de difusión de cultura japonesa en Chile. De esta forma, en febrero del presente año suscribí a Japonistas a todos los comunicados de prensa que emitiera la organización de APEC para estar al tanto de las diversas reuniones que se realizaron a lo largo del año y en distintas ciudades, tratando diversos temas que involucraban inclusión, comercio, intercambio, cultura, tecnología, medioambiente, entre otros. El proceso de acreditación como prensa, en cambio, comenzó en el mes de septiembre y esperábamos respuesta de confirmación durante las primeras semanas del mes de noviembre. Como se comunicó por diversos medios tanto nacionales como internacionales, lamentablemente la semana de los Líderes de APEC que reuniría a los Líderes, Ministros y Altos Representantes de las 21 economías integrantes del Foro APEC en Santiago entre los días 11 y 17 de noviembre de 2019, fue cancelada el día miércoles 30 de octubre “dada las difíciles circunstancias que ha vivido nuestro país”, y cuya prioridad es “restablecer el orden público, la seguridad [y] la paz social”, argumentaba el presidente Sebastián Piñera en la mañana del mismo día desde el Palacio de La Moneda. Las reacciones tras la cancelación de la semana de los Líderes de APEC y las palabras del presidente Piñera fueron inmediatas. Por una parte, los líderes de cumbres empresariales de APEC lamentaron la medida, pero afirmando entenderla. Desde el ámbito político, algunos lamentaban el deterioro de la imagen internacional que tenía Chile como un país confiable y estable. Los más moderados, argumentaban de que Chile se tiene que mostrar al mundo tanto con sus fortalezas como debilidades. Los más radicales argumentaron de que tras la cancelación de APEC, Chile perdió una gran oportunidad para profundizar su presencia política y económica en el Asia Pacífico. ¿Qué tan ciertas son estas reacciones tras la cancelación de APEC? Primero que todo, hay que dejar en claro que lo único que fue cancelado fue la semana de los Líderes de APEC, es decir, las actividades que se iban a desarrollar entre los días 11 y 17 de noviembre, es decir, las actividades finales de un largo proceso de reuniones y diálogo entre los distintos actores, grupos y organismos que participaron desde finales de 2018 en adelante. Por lo tanto, trabajo y avances sí hubo en distintas áreas como, por ejemplo: inauguración de las Aldeas Chilenas (Chilean Villages), consistentes en muestra de empresas exportadoras que ofrecieron sus productos a los delegados de las 21 economías de APEC; reuniones y talleres sobre anticorrupción, comercio digital, salud y obesidad infantil, entre otras; agenda de cooperación económica en materia de Sociedad Digital, Integración 4.0, Mujer, PyMes, Crecimiento Inclusivo y Crecimiento Sustentable; impulso a las economías APEC hacia la integración en los mercados financieros; inauguración del proyecto “Clean City and Ocean Initiative” que aborda la contaminación por plástico en el océano; desarrollo de seminarios y talleres APEC Ciudadano en las ciudades de Arica, Valparaíso, Temuco y Santiago; fortalecimiento de la integración económica regional en el contexto de la desaceleración del comercio; entre otras actividades locales a lo largo de las principales ciudades de Chile. Dado lo anterior, afirmar de que Chile perdió una gran oportunidad y no se lograron avances para el país, sería falso. Pero inevitablemente, al no haberse desarrollado la actividad final, es decir, la semana de los Líderes de APEC, hay aspectos y actividades que tuvieron que ser aplazadas o quedaron inconclusos, por ejemplo: en la reunión de líderes se esperaba que se firmara el primer acuerdo entre EEUU y China para poner fin a su guerra comercial; se esperaba, siendo positivos, un acercamiento y negociaciones entre Japón y Corea del Sur tras la ruptura de relaciones en materia de inteligencia desde agosto de 2019; y en cuanto a nuestro país, se debe asumir de que las cancillerías extranjeras han cambiado radicalmente su valoración sobre Chile, perdiendo o, siendo más positivos, debilitando la imagen de nación confiable y de país estable económicamente. Para finalizar, tomo nuevamente las palabras del presidente Piñera tras su anuncio de cancelación del foro y que se relaciona con lo anteriormente expuesto: “APEC no va a tener su cumbre en Chile, pero está todo el trabajo que hicimos para lograr una economía más abierta, que permita más oportunidades para Chile”. Pero también aprovecho de citar al ex presidente de ALADAA Chile, Gonzalo Maire, quien en un artículo de opinión publicado en enero del presente año en elmostrador.cl, aportó con su opinión sobre la necesidad de que APEC “adquiera mucha más referencia, influencia y repercusión a las sociedades asiáticas y latinoamericanas [estableciéndose así] como un espacio de interpelación (a nivel de Estados, economías y sociedades) sobre modos singulares de habitar el mundo y la necesidad de construir, sobre esta base y con este objetivo, nuevas rutas de exploración; es decir, políticas o discursos a largo plazo desde una mirada interdisciplinaria. Creemos que nuestra región no puede seguir perpetuándose con el Asia a través de un pasivo desconocimiento o la relativización de su necesidad en el mundo universitario, estatal y privado, menos con la progresiva puesta en valor del Pacífico y la impronta geopolítica que ello acarrea para los países vinculados con las economías del Sudeste asiático y el Asia oriental”. APEC ha cumplido 30 años, y ha logrado efectivamente acercar a las 21 economías participantes a un diálogo político y económico que se ha manifestado en mayor o menor medida en sus respectivos países, pero también es tiempo de que ese acercamiento sea de carácter cultural e interdisciplinario. Si bien Chile no pierde tanto como se ha dicho en la prensa o en algunos sectores políticos, sí ha estado perdiendo en cada reunión APEC ese acercamiento en base a la interpelación, discusión, intercambio y relación interdisciplinar con sus miembros que, seguramente, nos aportarían más experiencias políticas y culturales para enfrentar nuestros propios problemas internos como sociedad y nación. Como me dijo alguna vez un sabio profesor: “cuando estemos desorientados piensa en el origen de esta palabra: des-orientado. Cuando nos des-orientamos declaramos perder nuestro oriente (del latín oriens, orientis: nacer, levantarse en referencia al Sol), es decir, nos desconectamos de la experiencia y el saber antiguo y milenario de las culturas orientales, por lo tanto, debemos volver a retomar esas raíces para continuar desarrollándonos”.


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